miércoles, 13 de abril de 2011

Una cuestión de salud pública


J
http://padre-familia.com/wp-content/uploads/2009/12/la-familia.jpgunto a la falta de apoyo público al matrimonio, ha crecido la facilidad para divorciarse y han ganado aceptación social otras fórmulas de convivencia, como la cohabitación o la maternidad en solitario. Las autoras detectan que pocos consejeros dedican sus energías a fortalecer un matrimonio en crisis y los que deberían hacerlo -psicólogos, educadores, sacerdotes- parecen centrarse sólo en el beneficio emocional del matrimonio, como si éste fuera la única ventaja. De ahí que cuando "la aparente felicidad" disminuye, no hay argumento para frenar el "fracaso".
Frente a esa visión reduccionista, Waite y Gallagher ofrecen en su obra un análisis pormenorizado de los principales efectos positivos del matrimonio y argumentan que la defensa del contrato matrimonial ha dejado de ser "una mera preocupación moral para convertirse en una cuestión de salud pública".
Por ello es importante advertir los beneficios a largo plazo del matrimonio, beneficios que arrancan del "poder transformante" de este compromiso: algo tan concreto como la fidelidad matrimonial  http://www.aciprensa.com/Familia/valormatrimonio.htm

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