miércoles, 13 de abril de 2011

Importancia del conflicto en la pareja

Las estadísticas dicen que los casados viven más y con mayor calidad de vida,... si no hay conflictos. Pero los conflictos: enferman mental (depresión, trastorno bipolar, bebida, violencia,..) y físicamente (corazón, cáncer, enfermedades inmunológicas, dolor crónico...). Hasta aumentan la probabilidad de accidentes de tráfico, incluidos los mortales. Los conflictos en la pareja generan también problemas en los hijos (problemas de conducta, depresión y problemas para alcanzar la intimidad en el futuro



Cambios legales

También se sugiere el restablecimiento de un estatuto legal particular para el matrimonio, con un nuevo modelo de derechos y responsabilidades. En el nuevo modelo de matrimonio, "se debería reconocer -apuntan las autoras- que cuanto más tiempo se lleva casado, más interdependientes se hacen las vidas y el daño de una separación legal es también mayor.
También se debería tener en cuenta que los derechos y responsabilidades del matrimonio cambian de manera fundamental cuando se tienen hijos que todavía no han alcanzado la edad adulta".
Otro modo de abordar el fortalecimiento del matrimonio sería desaconsejar la maternidad en solitario, para lo cual los medios de comunicación y los personajes populares deberían dejar de presentarla como una opción más.
Las consecuencias de estas campañas sobre las adolescentes pueden ser graves, sobre todo porque tener un hijo reduce las probabilidades de casarse posteriormente y complica las posibilidades de acabar los estudios.
Waite y Gallagher tienen también un mensaje para los hombres, quienes deberían tomar conciencia de los amplios beneficios del matrimonio. Estarían así más dispuestos a colaborar con sus esposas, pues muchas mujeres no encuentran ninguna ventaja en tener que trabajar para aportar ingresos y, a la vez, llevar la casa y ocuparse de los hijos. Los maridos deberían descubrir un nuevo beneficio: el de compartir la responsabilidad de ocuparse de la casa y de la familia
http://www.aciprensa.com/Familia/valormatrimonio.htm

lo que trae el matrimonio

Divorcios inexplicables para los hijos

Un estudio más profundo de los efectos del divorcio distingue entre dos tipos de situaciones: los divorcios que ocurren en matrimonios con alto nivel de conflictividad y los que tienen lugar en hogares en los que las discusiones o la violencia no aparecen más que raramente. "En el primer caso, los hijos pueden experimentar el divorcio -al menos psicológicamente- como un alivio; en el segundo, la experiencia de la ruptura familiar les supone un desastre absoluto e inexplicable", se concluye. Y lo peor es que, entre los entrevistados, "sólo un treinta por ciento afirmaron haber tenido más de dos discusiones serias el mes anterior al divorcio". Los datos resultan claros: "La mayoría de los divorcios en los que hay niños implicados no rompen matrimonios desastrosos sino matrimonios que, desde el punto de vista de los hijos, son, al menos, suficientemente buenos". Waite y Gallagher señalan también el papel que han tenido los abogados norteamericanos en la flexibilización de la legislación divorcista, hasta conseguir el divorcio unilateral, y sin necesidad de alegar ninguna causa. Con la reforma introducida en Estados Unidos, resumen las autoras, "se requieren dos personas para casarse, pero sólo una para divorciarse a cualquier hora, por cualquier motivo y tan rápido como los tribunales puedan dividir las propiedades o definir a quién corresponde la custodia de los hijos". Todas estas amenazas están bloqueando el descubrimiento de las ventajas del matrimonio y hacen prevalecer una mentalidad defensiva. La falta de interés hacia el matrimonio se refleja en la disminución de ayudas específicas para la familia basada en el compromiso matrimonial. La presión de algunas minorías combativas hace parecer discriminatorio el establecimiento de políticas favorables al matrimonio -es un asunto privado, de dos adultos, en el que nadie tiene derecho a intervenir-. Paradójicamente, otras formas de relación, como pueden ser las parejas de hecho, exigen como propias las ventajas sociales de los casados y los tribunales cada vez se sienten más proclives a considerar que puede ser incluso inconstitucional tratar de manera diferente a las parejas, en función de si están o no casadas. Una opción social preferente Gallagher y Waite culminan su análisis con la sugerencia de unas líneas de actuación para reconocer al matrimonio como una opción social preferente. Hay que dejar de considerarlo como una opción privada más -aseguran- y verlo como lo que es: un compromiso público, un ideal moral y una institución social. Por eso la primera propuesta se refiere a la necesidad de hablar sobre el matrimonio. En un momento en que muchas personas han dejado de usar la palabra "matrimonio", los investigadores sociales y los expertos universitarios tienen una particular responsabilidad en analizar los efectos sociales del matrimonio. Por ejemplo, el cálculo del coste público de los fracasos matrimoniales proporcionaría datos para evaluar la oportunidad de muchas subvenciones o subsidios. Otra de las sugerencias para fortalecer el matrimonio exigiría adecuar la política fiscal, de manera que no penalice a las familias con más de dos hijos, y reformar la legislación sobre el divorcio. Algo empieza a hacerse. El último capítulo recoge la experiencia reciente de dos Estados -Luisiana y Arizona- que en 1997 y 1998 establecieron leyes más restrictivas. En el primer caso, la reforma incluye un acceso limitado al divorcio, la prolongación de los períodos de espera y la obligatoriedad de asesoramiento familiar previo. También ofrece la posibilidad de elegir entre la legislación existente -que permite el divorcio unilateral- y un nuevo tipo de contrato matrimonial que limita el divorcio a ciertos casos.

Un seguro de vida que cubre todo

La seguridad de un matrimonio para toda la vida anima a los esposos a tomar decisiones conjuntas y a especializarse en tareas que facilitan la vida en común. Se trata de una complementariedad que supera con creces las posibilidades de un soltero -obligado a hacer frente a todas las necesidades con sus solos recursos- y también las de una pareja de hecho, en la que la duda sobre el futuro siempre actúa de freno y recorta las posibles economías de escala, pues se pretende a un tiempo nadar y guardar la ropa. En el ámbito financiero, el libro concluye que el ahorro de marido y mujer por el mero compartir energía, muebles y electrodomésticos, instalaciones, etc. puede suponer un aumento de 
hasta un tercio en el nivel de vida de ambos cónyuges.Otra de las ventajas del matrimonio duradero es la de actuar como un auténtico "seguro de vida", no sólo ante eventualidades como el paro, la enfermedad o la vejez. Una póliza que garantiza una atención global cuando marido o mujer enferman: el que quede sano "trabajará más para compensar los ingresos perdidos, facilitará cuidados personalizados al incapacitado o se encargará del trabajo de la casa que el otro ya no pueda hacer". Pero las mejores ganancias vienen de la exclusividad. La relación afectiva garantizada por el pacto matrimonial supera cualquier otra, no sólo en los aspectos más íntimos -la promesa de estabilidad reduce la incertidumbre- sino también en el apoyo constante en los momentos de dificultad o tensión. "El matrimonio y la familia -afirman las autoras- proporcionan un sentido de dependencia, el sentido de amar y ser amado, de ser absolutamente esencial para la vida y la felicidad de los demás". Esto da una perspectiva diferente para afrontar los problemas que uno encuentra, "porque hay personas que dependen de ti, que cuentan contigo o se preocupan de ti". Al otro lado de este marco de ventajas, hay que situar el escaso apoyo externo a la estabilidad matrimonial. De hecho, la mayoría de las guías para el divorcio e incluso de los manuales terapéuticos para los estudiantes aconsejan no considerar o minimizar el 
posible efecto negativo sobre los hijos, a la hora de aconsejar sobre la continuidad de un matrimonio. Quizá uno de los aspectos más interesantes del libro sea la refutación -con datos- de la idea de que, si el matrimonio va mal, el divorcio es la mejor solución también para los hijos. Las autoras citan un estudio en el que se analizan las características de más de dos mil personas casadas, a lo largo de quince años. En la mayoría de los casos se llega a la conclusión de que tanto un matrimonio desgraciado como un divorcio reducen el bienestar de los hijos, pero, a largo plazo, el divorcio lleva a relaciones más problemáticas entre padres e hijos; aumenta la probabilidad de que los hijos se divorcien a su vez, y reduce también las posibilidades de éxito en la educación y en la carrera 
profesional de los hijos.

Una cuestión de salud pública


J
http://padre-familia.com/wp-content/uploads/2009/12/la-familia.jpgunto a la falta de apoyo público al matrimonio, ha crecido la facilidad para divorciarse y han ganado aceptación social otras fórmulas de convivencia, como la cohabitación o la maternidad en solitario. Las autoras detectan que pocos consejeros dedican sus energías a fortalecer un matrimonio en crisis y los que deberían hacerlo -psicólogos, educadores, sacerdotes- parecen centrarse sólo en el beneficio emocional del matrimonio, como si éste fuera la única ventaja. De ahí que cuando "la aparente felicidad" disminuye, no hay argumento para frenar el "fracaso".
Frente a esa visión reduccionista, Waite y Gallagher ofrecen en su obra un análisis pormenorizado de los principales efectos positivos del matrimonio y argumentan que la defensa del contrato matrimonial ha dejado de ser "una mera preocupación moral para convertirse en una cuestión de salud pública".
Por ello es importante advertir los beneficios a largo plazo del matrimonio, beneficios que arrancan del "poder transformante" de este compromiso: algo tan concreto como la fidelidad matrimonial  http://www.aciprensa.com/Familia/valormatrimonio.htm

Por qué el matrimonio es importante para la sociedad

Hoy día es de buen tono mantener en público que el matrimonio es solo una opción entre otras y que la mera cohabitación debería tener los mismos derechos. Pero la realidad social prueba que el matrimonio todavía marca la diferencia. En el libro The Case for Marriage (1), publicado recientemente en Estados Unidos, las sociólogas Linda Waite y Maggie Gallagher muestran con datos los beneficios que a largo plazo supone el matrimonio para las parejas y para la sociedad. Beneficios que justifican que el matrimonio sea tratado como una opción social preferente. En Estados Unidos el índice de fracasos matrimoniales es muy alto y, aun así, casi el 90 por ciento de los que se divorcian o separan continúa pensando que la boda abre un camino para toda la vida. ¿Por qué se da esta contradicción? Linda J. Waite y Maggie Gallagher han investigado el asunto en un libro que combina datos estadísticos, análisis sociológico y crítica cultural. Su conclusión es que el matrimonio es lo más parecido a unseguro de vida de largo alcance. En conjunto, los casados gozan de mejor salud, tienen un estado emocional y psíquico más satisfactorio y están más estimulados a aumentar sus ingresos que los que viven solos o cohabitan. Estos efectos positivos sólo ocurren si la sociedad da un reconocimiento público al compromiso matrimonial. Y, ahí está el quid, porque según estas dos sociólogas, en las últimas décadas asistimos a un proceso de "privatización" de la relación matrimonial, que mina en sus mismos fundamentos el contrato más importante de una vida

miércoles, 30 de marzo de 2011

Que es el matrimonio

El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. Este lazo es reconocido socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y costumbres. El matrimonio establece entre los cónyuges —y en muchos casos también entre las familias de origen de éstos— una serie de obligaciones y derechos que también son fijados por el derecho, que varían, dependiendo de cada sociedad. De igual manera, la unión matrimonial permite legitimar la filiación de los hijos procreados o adoptados de sus miembros, según las reglas del sistema de parentesco vigente
http://es.wikipedia.org/wiki/Matrimonio

CARACTERISTICAS DEL MATRIMONIO

Cuáles son las características del matrimonio


  1. Es solemne
  2. Cada parte es una persona, que debe ser un hombre y una mujer
  3. Tiene un fin principalmente moral y subdiriamente patrimonial
  4. Sus efectos son actuales y mientras dure la vida en común
  5. No puede someterse a modalidades
  6. El objeto es vivir juntos, tener hijos y auxiliarse mutuamente
  7. Es el pilar fundamental de la familia en nuestro sistema jurídico
http://catedra.org/cuales-son-las-caracteristicas-del-matrimonio.html

la sventajas y desventajas del matrimonio

El régimen de sociedad de gananciales (o sociedad conyugal) tiene su origen histórico en la protección de la mujer. Su explicación se encuentra fundamentalmente en la antigua división del trabajo entre hombres y mujeres según la cual los hombres debían trabajar para sostener el hogar mientras que las mujeres debían dedicarse a los quehaceres de la casa y a cuidar de los niños.
El objetivo fundamental, es decir, la razón de ser del régimen de la sociedad de gananciales es evitar que el cónyuge que —por esta división del trabajo— se ve impedido de proveerse el sustento por sí mismo, se quede relativamente desamparado (desde luego, se supone que este cónyuge podría trabajar en cualquier momento). En consecuencia, el régimen de la sociedad de gananciales le asigna automáticamente el derecho a la mitad de los bienes que se adquieran y requiere de su consentimiento de para cualquier acto de disposición o gravamen. En otras palabras, el régimen de sociedad de gananciales tiene por objeto dificultar la disposición de los bienes para evitar, justamente, su desaparición.
La ventaja del régimen es que el cónyuge con menos bienes o rentas se beneficia de las del otro.
La desventaja del régimen es que entorpece significativamente las transacciones comerciales —para comprar o vender bienes, solicitar tarjetas de crédito, entre otras transacciones— y que es el causante de que muchas parejas se mantengan casadas a pesar de ya no tener deseos de estarlo o de que, por el contrario, una de ellas cause o precipite un divorcio
http://www.webdelanovia.com/boda-civil/ventajas-y-desventajas-de-la-sociedad-conyugal

por que se da el matrimonio

Hoy día es de buen tono mantener en público que el matrimonio es solo una opción entre otras y que la mera cohabitación debería tener los mismos derechos. Pero la realidad social prueba que el matrimonio todavía marca la diferencia. En el libro The Case for Marriage (1), publicado recientemente en Estados Unidos, las sociólogas Linda Waite y Maggie Gallagher muestran con datos los beneficios que a largo plazo supone el matrimonio para las parejas y para la sociedad. Beneficios que justifican que el matrimonio sea tratado como una opción social preferente.

En Estados Unidos el índice de fracasos matrimoniales es muy alto y, aun así, casi el 90 por ciento de los que se divorcian o separan continúa pensando que la boda abre un camino para toda la vida. ¿Por qué se da esta contradicción? Linda J. Waite y Maggie Gallagher han investigado el asunto en un libro que combina datos estadísticos, análisis sociológico y crítica cultural. Su conclusión es que el matrimonio es lo más parecido a un seguro de vida de largo alcance.

En conjunto, los casados gozan de mejor salud, tienen un estado emocional y psíquico más satisfactorio y están más estimulados a aumentar sus ingresos que los que viven solos o cohabitan. Estos efectos positivos sólo ocurren si la sociedad da un reconocimiento público al compromiso matrimonial. Y, ahí está el quid, porque según estas dos sociólogas, en las últimas décadas asistimos a un proceso de "privatización" de la relación matrimonial, que mina en sus mismos fundamentos el contrato más importante de una vida

video del matrimonio

http://catedra.org/cuales-son-las-caracteristicas-del-matrimonio.html

CARACTERISTICAS DEL MATRIMONIO

El matrimonio puede ser civil o religioso y, dependiendo de la religión o del ordenamiento jurídico, los derechos, deberes y requisitos del matrimonio son distintos. Ahora bien, no todas las sociedades establecen la distinción entre matrimonio civil y matrimonio religioso. Esta distinción sólo puede existir en aquellos contextos donde el Estado ha atraído el reconocimiento del matrimonio como una de sus atribuciones. En algunos países occidentales el matrimonio civil no ha sido reconocido hasta fechas relativamente recientes. Por ejemplo, Chile lo reconoce desde 1884.Argentina, lo hace desde 1888, en virtud de la Ley 2393. Algunos estados que han adoptado el matrimonio civil no reconocen las uniones conyugales realizadas bajo las normas religiosas, otros las reconocen como opción con validez jurídica equivalente al matrimonio civil. En contraparte, las religiones no suelen reconocer el matrimonio civil como una forma de unión conyugal acorde con sus preceptos

Para otros usos de este término, véase Matrimonio (desambiguación).
Retrato del matrimonio Arnolfini, por Jan van Eyck.
El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. Este lazo es reconocido socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y costumbres. El matrimonio establece entre los cónyuges —y en muchos casos también entre las familias de origen de éstos— una serie de obligaciones y derechos que también son fijados por el derecho, que varían, dependiendo de cada sociedad. De igual manera, la unión matrimonial permite legitimar la filiación de los hijos procreados o adoptados de sus miembros, según las reglas del sistema de parentesco vigente.
Por ser una institución sumamente extendida en el mundo —aunque no de modo universal— la definición del matrimonio es materia de diversas disciplinas. Desde el punto de vista del derecho occidental, el matrimonio constituye una unión de dos personas que tiene por finalidad constituir una familia. Hasta hace pocos años se consideraba un elemento esencial de la definición el hecho que ambos contrayentes debían ser de sexo opuesto, pero en el último tiempo este elemento ha sido objeto de moderaciones debido a la introducción, por algunos ordenamientos, del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Por su lado, en vista de la información etnográfica obtenida de diversas sociedades, la antropología del parentesco define el matrimonio como la unión de dos o más personas que cumplen roles de género definidos socialmente, incluso tratándose de matrimonios homosexuales. El matrimonio, desde el punto de vista antropológico, es una institución que permite legitimar la descendencia de una mujer y crea relaciones de alianza entre los grupos de parentesco de los cuales provienen sus miembros.